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Leyendo un día un buen libro, mencionaba la historia donde Jesús fue apresado y llevado ante Pilato (historia de la hablaremos más adelante) me recordé de cuando mi hermano mayor estaba pequeño, él tenia un gallito que le habían regalado, le tenía mucho aprecio.

Un día el gallito se fue dentro de un sumidero, es un gran hoyo donde van los desechos y aguas negras pero sobre todo excremento, pero como quería a su gallito él fue por el, no le importó el hedor y cuan sucio estaba dicho lugar, con unas cuerdas atadas a su cintura y con la ayuda de mi papá lo bajaron, él tomó a su gallo, ¡lo rescató!.

Tu Condición No Determina Tu Valor

Cuando el gallo cayó en el sumidero, un lugar tan asqueroso, su dueño no menospreció su valor y a pesar de estar en un lugar tan repugnante no dudó en rescatarlo.

¿Te has sentido en algún momento que no vales lo suficiente porque has estado en los lugares más asquerosos? ¿O te has sentido sin valor porque sientes que eres igual a “deshechos”?

Existen personas que quizás se puedan sentir el pecador más grande, sentir tanta vergüenza, culpa o sentirte tan sucio que no crees ser merecedor de perdón.

Salmos 113: 7.8

El Señor levanta de la nada al pobre, y saca del muladar al pordiosero, para darles a los dos un lugar entre los príncipes.

No hay condición en cual te encuentres de la que Dios no te pueda sacar, aún sintiendo que estás en los lugares más repugnantes, Jesús se ha puesto en tu lugar, y te hace ver lo valioso eres.

Este versículo es completamente sorprendente porque es tan ilustrativo, y a la vez tan certero.

Cuantas veces te has sentido desechado y sin valor que te llegas a comparar con una persona mísera, un pordiosero y uno que está completamente lleno de excremento, sueno muy fuerte, ¿verdad?.

La  palabra muladar se refiere al lugar donde se coloca la basura, el estiércol, los deshechos, un lugar asqueroso.

Al igual que el gallito en el sumidero,  lugar tan sucio y asqueroso no perdió su valor y no importó donde estuviera su dueño fue por el.

Y si en algún momento te has sentido estar en un lugar así, recuerda que aún de ahí Dios puede sacarte, redimirte porque en su amor somos limpios, aún estando en ese lugar no has perdido tu valor y Dios  hoy quiere rescatarte.

Desechado o Rescatado

En capítulo 27 del versículo 11 al 31 habla de cuando llevaron a Jesús delante de Poncio Pilato para crucificarlo, el sabía de que Jesús era un hombre íntegro pero no quería ir en contra del pueblo que deseaba su muerte. En esos días estaban celebrando la pascua, como era tradición liberar o perdonar a un condenado a muerte, Pilato para librarse de culpa y conociendo el verdadero deseo del pueblo dejó que ellos eligieran, fue entonces donde surge la gran pregunta: ¿Barrabás o Jesús?

Es una comparación que ni siquiera nunca debió hacerse, un pecador, traidor, asesino, etc., merecedor podríamos decir, de su sentencia a muerte pero es liberado y en su lugar entregan a Jesús, el cual no tenia pecado alguno.

Es una historia sorprendente, yo no lo había visto nunca de esa manera, es la primera ilustración que nos hace ver el amor tan grande de Jesús; poniéndose en el lugar de Barrabás, en ese momento el mayor delincuente de ese tiempo. El conocía y sabia quien era Barrabás, al igual que la gente, sin embargo Jesús fue mas allá y tomó su lugar. Así mismo tomo tu lugar y el mío.

Jesús te dice: Acepta que tengo un grande amor por ti, puedo redimirte y limpiarte del pecado que hace te sientas como en un lugar lleno de suciedad, un lugar en el que te sientes inexistente y bien como si fueras parte de la basura…no, no eres un desecho. ¡Eres tan valioso que vales el precio de la vida de Jesús! El ya tomó tu lugar!