Me asombra en la forma tan sencilla en que Dios puede hablarnos a veces, ésta vez lo hizo a través de una historia bíblica para niños que miraba con mi hijo hace dos días, y es la historia de Gedeón.
Jueces 6:12, 13 y 14
Entonces el ángel del SEÑOR se le apareció y le dijo:
—¡Guerrero valiente, el SEÑOR está contigo!
Entonces el SEÑOR lo miró y le dijo:
—Ve tú con la fuerza que tienes y rescata a Israel de los madianitas. ¡Yo soy quien te envíaPero, Señor —respondió Gedeón—, ¿cómo podré yo rescatar a Israel? ¡Mi clan es el más débil de toda la tribu de Manasés, y yo soy el de menor importancia en mi familia!
En los capítulos siguientes Gedeón le hace varias preguntas a Dios para asegurarse si realmente es Dios quien le habla, si realmente El cree que pueda ser capaz de lograr lo que le encomienda, en otras palabras, le dice: ¿estás seguro que yo soy capaz de lograr lo que dices?, ¿estoy realmente oyendo en este momento tu voz Señor?, ¿realmente es usted quien me está hablando?, ¿en serio Señor crees que yo una persona sin importancia sea capaz de realizar eso tan grandioso que planeas?.
Sentirnos inútiles, incapaces, sin importancia, sin fuerza, sin capacidad, son pensamientos o sentimientos que vienen a nuestra mente cuando Dios se propone algo con nosotros. Y lógicamente nos decimos, ¿como será esto posible? ¿porqué el Dios Todopoderoso me elige a mí?
Cuando miro lo mucho que me falta por aprender en lo espiritual, lo mucho que me falta dominar las técnicas del canto, cuando veo cuando lo débil que es mi mente a la hora de memorizar o los repentinos nervios a la hora de estar en un escenario, me pregunto lo mismo: ¿estás seguro Señor que me llamaste a esto?, ¿será cierto?, cuando escucho decir, “Dios te va a usar en grande”. Dudo de mí misma y si esa voz que he creído escuchar fue verdadera, y pienso como Gedeón: muéstrame una señal de que me llamaste a esto y que lo voy a lograr.
Y entonces Dios lo hace una vez más y me muestra que fue Él quien me llamó, no un hombre, no un ministerio, o yo misma. Fue Él, quien ve, lo que yo no veo, quien ve eso poco, para hacerlo valer como mucho (Jueces 6:14 Ve tú con la fuerza que tienes y rescata a Israel de los madianitas. ¡Yo soy quien te envía!)
Reflexión:
Si tuvieras toda la capacidad, todo el conocimiento, toda la preparación, tu dirías que venciste por tu fuerza, pero lo que Dios quiere es que lo reconozcas como el que te da la victoria siempre. ES POR SU MANO SOBRE TI Y SU GRACIA. Amén.
Stefany Hernández, diseñadora de Productos, creó su negocio propio a los 20 años, Tarjetas Like, consiste en diseñar invitaciones personalizadas elaboradas a mano con alta calidad para todo tipo de eventos. Trabaja como diseñadora gráfica. Es cristiana desde su infancia pero inició su ministerio a los 16 años que tuvo un encuentro más personal con Jesucristo, involucrándose en el ministerio juvenil y de alabanza desde entonces. Ha estado activa en el ministerio musical hasta la fecha, pero es en 2020 donde da sus primeros pasos como compositora y cantante solista.
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