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En esta ocasión quiero compartirles un poco de mi experiencia conociendo al Dios protector y reflexionaba sobre este tema, leyendo el libro de Isaías 49:14-21. La biblia nos relata que  Sión está desolada y devastada y los hijos de Dios se sintieron olvidados, pero luego les habla Dios y les recuerda que nunca se ha olvidado de ellos (vrs. 15). Hubo una etapa de mi niñez y adolescencia donde sufrí muchos altibajos emocionales y llegue a experimentar soledad, auto rechazo y auto victimización, debido a que en mi mente albergaba tantos complejos.

No Puedo Hacer Nada En La Vida

Sentía que nunca podría hacer nada bueno de mi vida y que estaba por mi cuenta, aunque tenía a mis padres conmigo, pero ellos tenían tantos problemas que resolver,  problemas económicos y otros tantos más. Como a muchos les ocurre hoy posiblemente y en el afán por ser proveedores de su casa hay asuntos que pasan desapercibidos.

Cuando  logré conocer a Jesús, pude sentir un respiro, y no se si les pasó lo mismo, pero llegué a creer que los sufrimientos se acabarían de un día a otro, pero no ocurre de esa manera. Nuevamente empecé a sentir esa sensación de olvido, tanto así que cuando oraba lo hacía como sin esperanza y le decía al Señor que si realmente había alguna razón importante por la cual quiso que existiera que me la hiciera ver, le pedía que mi vida fuese diferente, renegaba por mi aspecto físico, por la familia en que me había tocado nacer, etc.

Sanar Siempre es un Proceso

Sanar todo eso requirió de un proceso con el Espíritu Santo y poco a poco, orando, logré entender que a pesar de haber estado expuesta a situaciones difíciles,  siempre estuvo cuidándome y tenía planes buenos para mi.

Comencé a experimentar una cercanía con ese Dios protector, quien en mi interior me decía que había un buen futuro para mi, que pasara lo que pasara no dudara de su amor y El se hacía muy presente en mi vida, era prácticamente como si lo pudiese ver.  Pude confirmar que una amistad con Jesús es posible y es tan reconfortante saber que siempre está dispuesto a sanar cualquier dolor en nuestra alma y perdonar nuestras debilidades.

La Gracia de Dios en Mi Vida

Hasta hoy no he dejado de experimentar la gracia de Dios en mi vida, aunque no soy perfecta pero tengo más fe que antes, y entiendo que siempre habrá cosas que sanar y por las cuales tendré que batallar con fe y por fe,  pero lo más precioso y valioso de esto es que ahora se que el Espíritu Santo estará ahí para ayudarme y guiarme. Afirmando esto no te intento minimizar los sufrimientos a los que estamos expuestos, pero aunque la vida, aun conociendo a Jesús, no sea perfecta, el Dios protector NUNCA se olvida de los suyos y de lo que les promete.

Trae a Memoria lo que Dios Hizo Por Vos

Sólo quiero decir que a veces es importante traer a memoria lo que el Señor ha hecho por nosotros y a través de nosotros para poder avivar nuestra fe y ser personas agradecidas; podremos atravesar el dolor, la pérdida y la soledad en ocasiones, pero es mayor la victoria que Él nos promete. Y les comparto este pasaje de la biblia que un tiempo atrás me tocó mucho el corazón y me hizo prometerle al Señor conservar mi fe en El independientemente de las circunstancias difíciles; prometí adorarle en toda situación.

Habacúc 3:17-19

Aunque la higuera no florezca,
ni haya frutos en las vides;
aunque falle la cosecha del olivo,
y los campos no produzcan alimentos;
aunque en el aprisco no haya ovejas,
ni ganado alguno en los establos;
aun así, yo me regocijaré en el Señor,
¡me alegraré en Dios, mi libertador!

El Señor omnipotente es mi fuerza;
da a mis pies la ligereza de una gacela
y me hace caminar por las alturas.