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Enfermedad y recuperación de Ezequías

Isaias 38

Ezequías se enfermó gravemente, y el profeta Isaías, fue a visitarlo. Le dio al rey el siguiente mensaje: «Esto dice el Señor: “Pon tus asuntos en orden porque vas a morir. No te recuperarás de esta enfermedad”».

2Cuando Ezequías oyó el mensaje, volvió su rostro hacia la pared y oró al Señor: 3«Acuérdate, oh Señor, que siempre te he sido fiel y te he servido con singular determinación, haciendo siempre lo que te agrada»; y el rey se echó a llorar amargamente.

4Luego Isaías recibió este mensaje de parte del Señor: 5«Regresa y dile a Ezequías: “Esto dice el Señor, Dios de tu antepasado David: ‘He oído tu oración y he visto tus lágrimas. Te añadiré quince años más de vida 6y te rescataré del rey de Asiria junto con esta ciudad. Así es, defenderé esta ciudad’”.

Mi escrito de hoy será sumamente breve, son palabras cortas de un corazón quebrantado, que solamente depende de Jesús y su gracias restauradora.

¿Mami, si un dia te casas, nos pasará lo mismo?

Sufrí 2 divorcios a causa de malas decisiones, inmadurez, falta de sabiduría y problemas internos difíciles en el matrimonio. Hoy años más tarde, que he sido restaurada por el Señor con más oportunidades que nunca, me encuentro con la pregunta de mi hijo en la soledad, ¿Mami, si un dia te casas, nos pasará lo mismo?

Lloré amargamente escondiendo mis lágrimas en la oscuridad de la noche para que no me viera con el alma partida por no haberle evitado ese dolor tan espeso, no le respondí de inmediato, pero pensé rápidamente a como Ezequías le ocurrió. Clamé misericordia.

El Señor Me ha Enseñado a Lidiar Con la Opinión de la Gente

Tuve una sentencia de fracaso en esa área de mi vida (el matrimonio), y creo que hay muchos que me juzgan por ese acontecimiento, piensan que me conocen por lo que dicta mi pasado y los que no me aprecian esperan que me pase algo peor. El Señor me ha enseñado a lidiar con la opinión de la gente, muchas veces me ha importado mucho y he querido su aprobación, pero me doy cuenta que eso es estar contra la pared.

Ahí contra la pared Ezequías dijo: Acuérdate, oh Señor, que siempre te he sido fiel y te he servido con singular determinación, haciendo siempre lo que te agrada» y lloró. He hecho eso no una, muchas veces volviendo mi corazón a El y arrepintiéndome de cada cosa fuera del lugar que hecho y diciéndole que me devuelva las oportunidades que perdí por su misericordia y me enderece donde estuve torcida.

Dios Oyó Mi Clamor

Creo con seguridad que la disciplina que recibí a raíz de eso, me formó en una mejor persona, y que el oyó mi clamor y hoy tengo una sentencia de vida y de buenas promesas como para seguir varios años.

Yo un día me sentí destruida y fracasada, incapaz de ver revertido esa historia de fracaso en las relaciones, pero Dios cambió eso y me ayudó a levantarme y a elegir bien.

Ese día que mi hijo hizo esa pregunta, tomé aire y le dije con temple: “No, ésta vez no nos sucederá lo mismo, no más divorcio en nuestras vidas! Dios ha cambiado nuestra historia. Amén!