Estudié diseño de productos, aunque he trabajado todo el tiempo como diseñadora gráfica. En mi carrera, si que la palabra cambio es común en el día a día. Las personas que requieren de mis servicios me contratan para realizar diseños que necesitan para sus empresas, proyectos personales, asuntos familiares etc.
Hay mil y un formas de darle respuesta a un cliente, a través del diseño, pero hay algo importante que incide en que te lo aprueben y es “el gusto del cliente”, aunque no siempre es prioridad porque debe principalmente cumplir la funcionalidad para el que se creó (objetivo), a veces su aprobación lo basa solamente en su apreciación y dice: “no me gusta”.
El gusto es subjetivo porque para ti las cosas minimalistas con colores básicos puede ser simplemente bello, pero otra persona podría verlo sin vida y muy sencillo, así que hay gustos de gustos.
Cuando trabajas en diseño el cliente siempre pedirá CAMBIOS. Te dirá: “no me gusta ese color, cambia esa forma, esa letra más grande, ese detalle quítalo, haz pequeño tal cosa, cambia la foto, lo quiero más simple, lo quiero con más elementos”, etc. Aunque hay momentos en que el diseñador explica el porqué lo elaboró de esa forma (pues siempre hay un porqué y debes confiar en su profesionalismo), no siempre el cliente accede y se deja asesorar. Debes aprender a escuchar, porque habrán momentos en que el cliente tendrá la razón y el diseñador debe estar anuente a su punto de vista para entregar un mejor trabajo.
A lo largo de mi carrera he ido aprendiendo a lidiar con los tediosos cambios, pero me costaba muchísimo aplicarlo a mi vida. Me di cuenta (no de forma tan bonita) a través de circunstancias difíciles que necesitaba los cambios.
Requiere Paciencia
Siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor.
Efesios 4:2
Usé el ejemplo de mi carrera como diseñadora para que comprendas a que quiero llegar con esto del “cambio”.
El cambio en nuestra vida no es un asunto que todos vemos con buena actitud, siendo sinceros es algo que nos cuesta. No queremos que nadie nos diga como hacer las cosas, no queremos escuchar consejos cuando creemos sabérnoslas todas y no es para nada fácil estar dispuesto a morir a tu yo para acceder al cambio por la sugerencia de otro. Requiere humildad, amabilidad, tolerancia, justo como lo dice este pasaje de Efesios.
¿Verdad que no queremos reconocer que necesitamos rendir ciertas cosas?; eliminar hábitos, sacar frases o palabras de nuestro vocabulario, dejar de reaccionar negativamente ante la adversidad y muchas acciones más…
Cambiar una actitud, un hábito, un estilo, no se logra fácil, no podrás a la primera pero si realmente te has convencido con la ayuda de Dios y de otras personas que el cambio es necesario, podes lograrlo, solamente ten paciencia y persevera.
Espíritu Enseñable
“Lo principal es la sabiduría; adquiere sabiduría, y con todo lo que obtengas adquiere inteligencia. Estímala, y ella te ensalzará; ella te honrará si tú la abrazas; guirnalda de gracia pondrá en tu cabeza, corona de hermosura te entregará…Aférrate a la instrucción, no la sueltes; guárdala, porque ella es tu vida”,
Proverbios 4:7-9,13.
La sabiduría no viene porque supongas que la tienes, la Palabra de Dios dice que empiezas a tenerla con el temor al Señor. En esos pequeños espacios cuando te detienes a pensar, ¿estaré haciendo bien?, ¿será el consejo de ésta persona el que necesito para mejorar?, o bien cuando oras al mejor consejero y dices, “Señor podrías instruirme y ayudarme a darme cuenta si estoy bien en lo que pienso?
Si no tienes problemas para escuchar las sugerencias de las personas, si no tienes problemas para consultar con Dios, déjame decirte que tienes un espíritu enseñable, pero si ocurre todo lo contrario, estás a tiempo de darte cuenta que no irás muy lejos.
Cambiar no es dejar tu forma de ser, tu esencia o lo que te hace único(a). No significa que seas manipulable o que te dejes llevar por todo viento de tendencias y conceptos, es estar conectado la fuente del que te creó para que puedas acceder al cambio cuando sea necesario para tu avance y crecimiento.
Stefany Hernández, diseñadora de Productos, creó su negocio propio a los 20 años, Tarjetas Like, consiste en diseñar invitaciones personalizadas elaboradas a mano con alta calidad para todo tipo de eventos. Trabaja como diseñadora gráfica. Es cristiana desde su infancia pero inició su ministerio a los 16 años que tuvo un encuentro más personal con Jesucristo, involucrándose en el ministerio juvenil y de alabanza desde entonces. Ha estado activa en el ministerio musical hasta la fecha, pero es en 2020 donde da sus primeros pasos como compositora y cantante solista.
Comentarios recientes