Seleccionar página

Hay algo glorioso en la libertad, es por ello que cada persona, ciudad, país o nación busca la oportunidad de sentirse libre, de experimentar esa sensación de ligereza en cualquier área. Queremos libertad para decidir (siempre he visto conflictos serios cuando alguien trata de tomar decisiones por vos), libertad para pensar, libertad para hacer o No hacer, en fin, esto es una constante de vida.

Sin embargo, cuando nuestra búsqueda es deliberada (aunque suene a paradoja), se pierde el enfoque. Resultado: -Terminas esclavizado a aquello que, desde tu perspectiva te hacía libre.

La Libertad Es Algo Glorioso

Como bien decía al principio, hay algo glorioso en la libertad y eso pasa únicamente porque la libertad real proviene de un Dios Glorioso, proviene de un evento donde cada cosa que podía atarnos fue crucificada. Y ahí, a través de Cristo y en Cristo recibimos libertad verdaderamente; sin embargo, en algún punto del camino hemos permitido que casi literalmente nos amarraran nuevamente y enredamos todo. Como el Juez Sansón, nos dejamos amarrar con cuerdas nuevas con la “promesa” de que no nos matarán. La insensatez se sentó en el trono de nuestros corazones.

|Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud. Gálatas 5:1|

Es que, cómo puede llamarse libre alguien cuyo cuerpo necesita alucinógenos para estar bien, alguien que “se libera” viendo pornografía, alguien que “libremente” decidió sobre si su hijo nacía o no, alguien que “es libre” de permanecer amargado si así lo desea, o alguien que necesita subir fotos diarias a sus redes porque necesita como estímulo la aprobación de otros, etc… la lista es inmensa.

Había libertad servida para todos, pero nos ataron con cuerdas nuevas, la cuerda del “YO” es la más peligrosa, puede ser letal, porque resulta que desde ahí, la libertad no es más que aquello que satisfaga mis emociones, el límite está justamente en ellas y ahí todo se vuelve lícito, sin darte cuenta podrías terminar esclavizado, bailando al son que te cante la emoción.

Cristo Nos Trajo de Tinieblas a Luz

Eso no podría estar más alejado de lo que Dios ha propuesto para la humanidad, para sus hijos. Cristo vino para llenar la vida con todas las bendiciones del cielo, nos trajo de tinieblas a luz, para que en Él encontráramos plenitud y el precio fue pagado.

Entonces, ¿Eres libre o estás atado? –Es necesario valorar qué cuerdas nuevas hemos permitido que nos pongan y de la misma forma, valorar si la libertad que nosotros autodenominados tiene más peso que la libertad acompañada de Gloria.

|Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. Juan 8:34-36|