Historia de la pesca, Lucas 5.
En estos días he meditado sobre lo que sucedió cuando Simón Pedro cayó de rodillas ante Jesús.
Simón Pedro ya sabía que – por aquellos días – la situación con la pesca estaba mal, pero al ver la necesidad de él y su familia, decidió seguir intentándolo.
Toda la noche intento pescar, confiando únicamente en los conocimientos que tenia como pescador de profesión. Si bien es cierto que él era experto pescador, a veces el tiempo y lo que acontece no está a nuestro favor, poner toda la esperanza en nuestras fuerzas es en vano, pero él no se rindió.
Sabemos que todo lo que hacemos y las decisiones que tomemos tiene un efecto en las personas a nuestro alrededor y no podemos rendirnos, seguimos luchando aún sin tener fuerzas, nos abrimos paso en medio de cualquier adversidad. Heridos, pero avanzamos, sin aliento, pero aguerridos, luchamos sin descanso.
Pero todos nosotros siempre esperamos que algo suceda, queremos que algo provoque que las cosas mejoren. y en un momento:
Jesús aparece, Él nos llama, nos muestra la verdad, quita nuestras cargas y pone esperanza y vida. Él es la esperanza y la vida.
Y entonces sabemos que donde Él entra, todo cambia, reconforta, trae luz, trae paz, no podemos contenernos y nos rendimos. Lo único que podemos hacer es Rendirnos.
Cuando nos rendimos a Jesús todo cambia, somos llenos, pero somos llamados a rendirnos cada día de nuestra vida.
Estoy convencido de esto:
El que comenzó tan buena obra en ustedes
la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.
Filipenses 1:6
Amigo, servidor, músico, padre e ingeniero. Desde su infancia asistió a la iglesia cristiana, en su adolescencia se involucra en el equipo de alabanza. Trabaja como informático en una institución en Managua. Co-fundador y líder (junto a su esposa) del equipo de alabanza en la iglesia Comunidad Cristiana Creo. «Me considero seguidor de Jesús».
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