SIN CULPA
Tuve momentos de culpa muy fuertes hace muchos años por errores que cometí. Mientras estaba en ese proceso me parecía imposible superarlo, pero ahora que eso ha quedado atrás me sorprende lo libre que me siento y como Dios ha puesto personas cerca de mi que necesitan ahora que les recuerde lo que yo necesitaba y quizá lo necesites en este momento.
La culpa se me generaba cada vez que mi mente me llevaba a una lista de malas acciones que me repetía una y otra vez, solía acompañarlo con frases como: “¿pero como pudiste hacer eso?”, “¿pero porque cometiste semejante cosa?”, “¿pero como se te ocurrió?”, “¿en que estabas pensando? Y muchísimas frases más que empeoraban todo. No sé cómo concluí que debía castigarme y debía reprocharme lo cometido. El remordimiento es uno de los sentimientos que usa el Espíritu Santo para estremecernos y meditar en que lo hicimos y luego conducirnos al arrepentimiento, sin embargo, cuando algo lo cometemos reiteradas veces tenemos que ser radicales para romper con ese hábito.
Hechos 3:19 Ahora pues, arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios para que sus pecados sean borrados. Este pasaje es clave para empezar a ser libres de esa lista que tanto nos esclaviza, y que en verdad sintamos que desaparece y no nos robe el aire.
El profeta Isaías nos da una Palabra de Dios en el capítulo 1:18, “Aunque tus pecados sean escarlatas, serán tan blancos como la nieve”. Quiero decirte que si tu arrepentimiento es genuino vas a experimentar un cambio radical que solo Cristo puede dar, no importa lo feo que se escuche o sea tu pecado, tu descuido o tu negligencia (porque hay cosas malas que nos vienen por no hacer nada). Simbólicamente arrepentirse seria como salir de un lugar donde viviste para nunca regresar. Por tanto, aunque cuando fallas sientes remordimiento no debes quedarte solo en eso sino llevarlo a la acción y estar totalmente convencido de que has ofendido no solo a alguien más sino a Dios, y debes abandonar esa conducta actuando de forma contraria, haciendo lo bueno, lo justo, lo santo. Dios te llama a un cambio radical.
¿Seguro si no eres cristiano te podés preguntar, pero como lo hago? Realmente la mejor manera es hacerlo con la ayuda del Espíritu Santo, puedes empezar orando diariamente para que la comunión con Dios sea restaurada y rendir lo que pasó, tus actitudes, y pedirle ayuda para obedecerle más. Los constantes errores cometidos nos llevan a una separación con Dios, y buscarlo de nuevo y constantemente nos ayudará a renovarnos, pero aparte de eso debes pedir ayuda u apoyo para no volver a visitar, salir, cometer, ir a lugares, o como se llame lo que tengas que hacer y sobre todo… dejar de resistirse a lo bueno, para no caer en lo mismo. Busca el camino hacia la transformación, busca amigos que te acerquen a Dios y pídeles a personas de confianza que oren por vos, sin duda estarás en el camino hacia la libertad de la culpa.
Stefany Hernández, diseñadora de Productos, creó su negocio propio a los 20 años, Tarjetas Like, consiste en diseñar invitaciones personalizadas elaboradas a mano con alta calidad para todo tipo de eventos. Trabaja como diseñadora gráfica. Es cristiana desde su infancia pero inició su ministerio a los 16 años que tuvo un encuentro más personal con Jesucristo, involucrándose en el ministerio juvenil y de alabanza desde entonces. Ha estado activa en el ministerio musical hasta la fecha, pero es en 2020 donde da sus primeros pasos como compositora y cantante solista.
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