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Señor, hazme conocer tus caminos;
muéstrame tus sendas.
Encamíname en tu verdad, ¡enséñame!
Tú eres mi Dios y Salvador

Salmos 25: 4,5

Nosotros hasta el punto en que hemos vivido, tenemos una historia única y propia. Hemos tenido muchas cosas maravillosas, unas buenas, otras malas y otras extremadamente negativas.

Todo lo vivido hasta hoy ha calado nuestro corazón de una u otra manera. Dios quiere usar todo eso que hemos pasado, pero también quiere que nosotros lleguemos a una vida plena. Que todo lo que no nos enseñaron lo aprendamos, que busquemos como llenar cada vacío que tengamos.

Solo una relación con Dios puede iniciar ese proceso de alcanzar una vida plena.

Yo cuando estaba pequeño experimenté mucha pobreza y sufrí algunos traumas, siempre tuve el amor de mis padres pero carecí de muchas cosas materiales y espirituales. Aunque no tuve muchas cosas y aun no tengo todo lo que quiero, hoy con Jesús en mi corazón he
podido ser feliz, con lo que Él ha puesto en mis manos.

Él ha llenado muchos vacíos que tenía en mi corazón y me ha bendecido aun más de lo que he pedido. A veces pretendemos llenar nuestro corazón con el éxito, con tener las mejores cosas, con poseer muchos bienes, con estar en los mejores lugares. pero siempre estará ese vacío que solo Jesús llena.

Seamos personas que buscan los valores, seamos personas de bien, modelemos a Jesús con nuestra vida, seamos buenos en lo que hacemos, estudiemos y seamos excelentes profesionales.

Sigamos trabajando para cambiar lo que nos hace falta. Construyamos una relación sólida con Dios.

Sigan por el camino que el Señor su Dios les ha trazado,

para que vivan, prosperen

y disfruten de larga vida en la tierra que van a poseer.

Deuteronomio 5:33 (NVI)